Apreciados colegas:
El Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) está afectado de un
grave malestar institucional, debido a la voracidad de unos dirigentes por chuparse
hasta la última gota el néctar de
esa institución.
En el CDP ocurre que el grupo que detenta la dirección se aferra al interés de continuar
succionando la teta, encontrada
como su principal medio de vida.
Los periodistas debemos plantearnos seriamente una decisión
para reencauzar nuestro Colegio,
destinado a ser un instrumento fundamental para orientar el ejercicio de la
profesión. El Colegio es y debe ser una entidad al servicio del
periodismo y de los periodistas, de todos los periodistas.
La perpetuidad de un grupo al frente de la dirección, con afán desmedido y apego
febril, nunca es saludable para la buena
marcha de una institución. Por esa
aberración la institucionalidad en el
CDP está tan raída como el edificio que
lo aloja, y por eso cunde tanto
desaliento entre los miembros.
El viernes 25 de agosto debe ocurrir algo que cambie el
rumbo del CDP y así este pase a ser una institución al servicio del
perfeccionamiento de nuestra profesión
con capacidad para contribuir en lo que le toca al logro del bienestar de los periodistas, de
todos los periodistas. El CDP no es ni puede ser patrimonio de un grupo.
Para cambiar el rumbo del CDP, te pido, cortésmente, que
votes por la plancha Convergencia, que encabeza el licenciado Adriano de la
Cruz, maestro del periodismo, como presidente, y por medio de la cual, si tú lo decides, seré el tesorero
del comité ejecutivo. Mi deseo es que tú
quieras, como muchos, cambiar el rumbo del CDP, para que esté al
servicio de todos los periodistas.
El autor es periodista. Reside en Santo Domingo.
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