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Quienes controlaron el Colegio por casi dos décadas deberían pedir perdón a los periodistas

El periodista César Medina escribió un articulo titulado "CDP: ¡Qué ridiculez!", en el cual analiza el pataleo de los actuales directivos del Colegio Dominicano de Periodistas por desconocer el triunfo del profesor Adriano de la Cruz en las elecciones de ese gremio, celebradas el pasado 25 de agosto.

Por César Medina.
Con razón muchos de los periodistas de mayor prestigio del país se han apartado del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) que formamos después de dos décadas de lucha incesante por derechos jamás reivindicados. Primero, porque el CDP nació torcido y tuvo la Justicia que enderezarlo; después, porque lo han vuelto a torcer pero en sentido inverso.

Ahora se hace un intento por salvarlo, y con ese propósito se reincorporaron valiosos profesionales de la comunicación convocados por el profesor Adriano de la Cruz, capaz, apartidista, cargado de buenas intenciones y con una propuesta reivindicadora que concitó la atención de todos los periodistas.

Por supuesto, los que estaban dirigiendo y asumían el CDP como medio de vida, ignoraron sus propias deficiencias al subestimar la simpatía que había alcanzado la candidatura del profesor De la Cruz, y jamás se imaginaron que el día de las elecciones serían barridos en proporción de casi cuatro a uno en los tres tramos de elección.

La madrugada en que terminó el conteo y se dieron los resultados, el jipío no impidió que los derrotados reconocieran la victoria de Adriano y hasta lo felicitaran y de forma hipócrita le desearan buenos augurios. Por supuesto, de la boca para afuera.

Pero apenas horas después comenzaron una campaña de descrédito contra el resultado de las votaciones y sus propios compañeros elegidos horas antes, al extremo de denunciar que un sector del PLD contaminó las elecciones comprando cientos de votos mayormente en Santiago y el resto del Cibao.

Y en un arranque de soberbia y presentando argumentos insostenibles, ahora exigen que se anulen las elecciones en la seccional de Santiago, donde sólo sacaron 90 votos contra 205 que obtuvo Adriano...

...¿Por qué en Santiago?
Aunque una improbable repetición de las elecciones en Santiago arrojase un resultado invertido -es decir, que Adriano sacase 90 votos y Olivo de León 205-, en nada cambiaría el resultado general.

 Salvo en algo nada sencillo: el dinero que maneja el CDP a través de su Instituto de Prevención y Protección del Periodista podría seguir siendo administrado por De León y su grupo.

Se trata de una clásica trapacería propia del partidismo tradicional que no admite la derrota ni siquiera en las peores circunstancias.

 ¿Acaso no es eso un reflejo en chiquito de lo que pasó en las elecciones del 15 de mayo del año pasado? La oposición aún no ha reconocido el resultado de esas elecciones a pesar de que terminaron 62-36.

En este caso reciente del CDP ni siquiera se toma en cuenta que las elecciones del 25 de agosto fueron las más concurridas celebradas por esa entidad desde su fundación. Más aún, que concitaron por primera vez la atención de la opinión pública y en particular de los periodistas que llevaban décadas desinteresados del destino de esa entidad.

...Un desastre, una vergüenza
A propósito de estas elecciones, los periodistas se han percatado del estado de abandono en que se encuentra su sede del Centro de los Héroes. El más indiferente debe avergonzarse al ver la ruina en que la ineficiencia de la gente que aún sigue ahí mantiene el local del CDP.

Bastaría echar una mirada a esa edificación al pasar frente a ella en la avenida George Washington, para apreciar que ese local desvencijado refleja la condición en que se halla la moral de sus miembros. Se trata de un edificio donado por el gobierno de Balaguer al SNPP mucho antes de existir el CDP y remodelado por Leonel Fernández.


Quienes controlaron el Colegio por casi dos décadas -en particular la última directiva--, deberían pedir perdón a los periodistas.

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